miércoles, 21 de julio de 2010

Entre cascadas y monos: Baños, Puyo y Tena (Amazonía Ecuatoriana)

La vida de turistas nos llegaba... Después de un largo y sinuoso viaje en bus de 6 horas (tipo "La Calera") llegamos a Baños de Agua Santa. Una ciudad muy pequeña, ubicada en un valle hermosisimo, a los pies del volcán Tungurahua. Este volcán está todavía activo y se puede ver cómo larga fueguito desde la ciudad. Pero hay una leyenda muy interesante entre los habitantes de esta ciudad: el volcán no siempre se deja ver para los visitantes, sólo para sus habitantes!
En esta ciudad se puede hacer un montón de actividades tipo turismo
 aventura, asi que dejamos de ser ratas por unos días y nos gastamos unos mangos para divertirnos!!! Lo primero que hicimos fue alquilar un cuadri (un cuadrón ecuatoriano) para subir hacia los miradores de la ciudad (muy vagos!). 
La ciudad se llama Baños porque tiene aguas termales, asi que nos remojamos junto con todos los viejitos!
También alquilamos unas bicis para ir a recorrer las cascadas, sacamos muchas fotos y vimos paisajes muy hermosos. Pero sin duda, lo más importante de nuestro paso por Baños fue el descubrimiento que les mostramos en esta foto. Para esto les pedimos que hagan zoom sobre la cara de la Caro en la foto de la bici con el casquito y van a descubrir un parecido verdaderamente sorprendente...!

Encontramos una casa del árbol espectacular, construída en la cornisa de una montaña. De esta casa colgaba un columpio y cuando te tirabas saltabas directamente al vacío!!! Un cagaso terrible, parecía que estábamos voloando!!!
Otra cosa muy copada que nos pasó en Baños fue el hostel que encontramos! Tenía Baño de cajón (tipo turco) y jacuzzi! Asi que también tuvimos noches de relax!

De Baños partimos hacia Puyo, la puerta de la Amazonía Ecuatoriana! Preguntamos en turimos cómo hacer para ir por nuestra cuenta (porque los tours eran muuy caros) y nos fuimos por nuestra cuenta. Nos tomamos un bondi que nos dejó en medio de la selva (si queríamos volver no podíamos porque ya no pasaba hasta el otro día). Tuvimos que caminar hasta la comunidad indígena "Indi Churi" donde nos recibió Jorge, el jefe de la comunidad. Él y toda su familia se asombraron mucho porque no fuimos con guía, entonces se quiso aprovechar de nosotros queriéndonos cobrar por tooodo (más que un tour). La cuestión fue que nos embolamos pagamos sólo por la noche en una choza indígena que daba bastante miedo! Era con techo de paja y no tenía vidrios en las ventanas ni luz eléctrica. Sólo una camita con un tul tipo mosquitero!!! Caro no dormió en toda la noche.
Lo bueno fue que conocimos a 5 chilenos que nos invitaron a hacer las caminatas guiadas con ellos. Leonardo, el guía, era muy buena onda y nos aceptó sin ningún problema.
Esa misma noche hicimos una caminata nocturna por la selva para ver caimanes! Sí sí señores... caminamos por el medio de la selva a oscuras. El ruido de la selva de noche es increíble, hay tanta pero tanta vida nocturna que los sonidos te pueden llegar a ensordecer!
Al otro día nos levantamos tempranito para hacer otra caminata rumbo a una cascada que se llama Hola Vida. Leo nos enseñó muchas cosas de la selva y nos mostró varias plantas medicinales: nos pusimos un barro especial en la piel (repelente y exfoliante), comimos hormigas de limón (altamente nutritivas), nos mostró la savia de un árbol que es desinfectante, y Nacho y otros 2 amigos chilenos aspiraron Sicta, un preparado de una savia que limpia las vías respiratorias. El problema fue que los 5 primeros minutos del efecto de esa planta son muy malos (llorás, te duele la nariz como si te hubieran pegado una trompada, te duele el cuello :( ...). Pero después el alivio fue increíble, sentís como se te abren todas las vías respiratorias y te sentis muy bien! La experiencia fue muy graciosa!!!
Esa misma tarde subimos al "mirador de la selva". desde allá arriba podíamos tener una vista inpresionante de la Amazonía Ecuatoriana. Ahí mismo (arrriiibbbbaaa arrriiibaaa)había una liana colgando de un árbol para saltar a la selva! Fue terrible!!! Pero nos animamos!
Bueno, para terminar Puyo fuimos al Parque de los Monos y a la Casa del Árbol. El primero es una reserva que rescata a los monitos en cautiverio, los cuidan y los reinsertan en la selva. Asi que jugamos con ellos un montón. Y en la Casa del Árbol conocimos la casa más alta que habíamos visto en toda nuestras vidas! Es una casa de madera de 11 pisos, construída sobre un árbol que tiene centenares de años y cuando llegas hasta el final podés ver la selva de un lado y las sierras del otro! Muuy bueno!

Bueno, para terminar nuestros días de descanso fuimos a Tena (también es selva), pero decidimos hacer relax y nos fuimos a un hotel con pileta a relajarnos!!!